−¿De qué hablas?− pregunta Edward.
−Estoy diciendo que… si no me confiesas todo lo que me
escondes… si yo me entero por alguna otra persona de tus
secretos… si… si me mientes otra vez− tomo aire y carraspeo –
Entonces será la última vez, Edward.
Él me mira de nuevo, pero se da cuenta de que yo no hago lo
mismo.
−Bella, mírame. Mírame ahora.
Giro mi rostro hacia él.
−¿Por qué te extrañas tanto?− pregunto −¿Acaso pensabas que iba
a ser siempre la tonta que se soportaría todas tus mentiras u
"omisiones"?− dibujo comillas en el aire con mis dedos −¿Creías
que nunca haría nada?
−¿Me dejarás?
−Sí− respondo alzando la barbilla–Lo haré, y no dudaré en hacerlo.
Edward suelta el aire.
−No puedes estar hablando en serio. Yo… Bella…no me hagas esto ahora. Vamos a tener un hijo… estamos casados… no…
Entonces asiento con la cabeza y carraspeo –Estoy comenzando a
creer que habernos casado fue un error.
OoO
Jeremy frunce el ceño y pone los brazos en jarras −¿Causa de
muerte?
−Un tiro en la cabeza− le responde –Lo encontramos con los pantalones abajo.
“Jemy” como le decían sus amigos, alza una ceja −¿Y eso?
Greg encoje los hombros –Pienso que quien lo mató fue la misma
que mató al del hotel… ¿cómo
se llamaba?... Jack, y también al
hombre ese de gafas… no recuerdo su nombre. A
los tres los
encontramos en las mismas circunstancias.
Jemy se rasca la cabeza −¿Crees que sea tiempo de alertar a la
ciudad de que una asesina
anda suelta por ahí?
Greg niega –Esto es Nueva York, mi amigo. Aquí pasan cosas así
todo el tiempo.
Jeremy
dudó un momento –No
sé Greg… yo no me había enterado de algo así desde que pasó lo de Aileen
Wuornos